Soul Eater 14: El hijo del demonio

Empiezo comentando, como siempre, la portada. En esta ocasión aparece en portada ¡¡¡Excalibur!!! Uno de los mejores personajes de Soul Eater que, curiosamente, no aparece para nada en este tomo. A diferencia de otras portadas, esta es bastante simple e incluye muy poco color. Si quitáis la sobrecubierta, os llevaréis una gran sorpresa (en serio, a mí me costó parar de reír).

Aunque Excalibur no salga, Death the Kid, que es mi personaje preferido, es uno de los protagonistas absolutos de este volumen, junto con Black Star. Ambos personajes han cambiado muchísimo desde que los conocimos en ese primer tomo introductorio que nos presentaba a todos los personajes protagonistas. Kid parece haber olvidado su manía por la simetría que lo hacía enloquecer y que tantos momentos cómicos aportó a la historia y se ha vuelto muy, muy serio. Asume su papel de muerte y desarrolla nuevas habilidades para combatir contra Mosquito el vampiro.
En cuanto a Black Star y su empeño por vencer al samurai Mifune lo llevan a tomar medidas drásticas. Eso sin desviarse de su camino, claro está, que ya vislumbró en el tomo anterior. Black Star ha pasado de ser un niñato presumido a un gran personaje que tiene las ideas muy claras y que avanza luchando, sin detenerse. Soul y Maka apenas aparecen y eso que se supone que ellos son los principales protas de este manga. Bueno, Soul sí aparece, y de hecho conoceremos parte de su pasado que nos ayudará a entender a este personaje.
Resumiendo: un tomo MUY MUY bueno, esto cada vez mejora más. Podría pasarme todo el día diciendo lo genial que se está volviendo la historia, pero quizás me quedaría corta o me faltaría tiempo y espacio. Leed, leed Soul Eater. Y haced caso a Excalibur.