Quiero que Licencien... SKET Dance

¡Saludos! Hoy, copiando un poco al resto de blogs de anime y manga, inauguro nueva sección en la que iré posteando los mangas que me gustaría ver licenciados. Obviamente, serán mangas que aún no lo están. Como ya le comenté a Blue Satan, tengo tanta suerte que las editoriales han ido anunciando poco a poco las licencias de casi todos los mangas que me gustan, así que mi lista de QQL es cada vez más y más corta. No obstante, siempre quedan unos pocos.

Para empezar, hablaré de SKET Dance porque es uno de los mangas a los que más ganas le tengo. Sí, ya sé que soy bastaaaaante pesada con SKET, pero es que desde que empecé a ver el anime me enamoré de esta serie.
El autor de esta obra publicada en la famosísima Shonen Jump desde el año 2007 es Kenta Shinohara; por lo que tengo entendido (corregidme si me equivoco), este mangaka colaboró con el autor de Gintama, de ahí que ambas historias sean parecidas.

SKET Dance, como la mayoría sabréis, se centra en un club de instituto muy especial. Está formado por únicamente tres miembros, pero tres miembros muy especiales: Bossun, el líder del grupo, cuyo poder es la "concentración" (literalmente, se pone unas gafas y se concentra), Switch, un otaku que sólo habla a través de un software del ordenador, y Himeko, una ex-delincuente que usa como arma un stick de hockey. Claro que estos no son sus nombres reales, sino sus apodos. El SKET-Dan se dedica a ayudar a los estudiantes y profesores que lo necesiten, atendiendo a cualquier petición por extraña y surrealista que sea. Esto crea multitud de situaciones cómicas que son el eje de episodios autoconclusivos.
Por supuesto, el SKET-Dan tiene un rival: el consejo estudiantil, cuyo presidente es Soujirou Agata, que nunca hace nada realmente; así pues, la verdadera amenaza es Sasuke Tsubaki, quien tiene especial ojeriza al SKET-Dan.

Y ahora bien, ¿por qué mi empeño en que este manga sea licenciado? Pues porque, aunque parezca una auténtica chorrada sin sentido, SKET-Dance tiene la capacidad de hacer reír, de emocionarte, de que sientas empatía con los personajes, y todo esto con historias (relativamente) cotidianas. Además, me gusta la idea de que los protagonistas no sean los típicos protas shonen todopoderosos; en este caso, son tres chicos  normales de instituto. Y eso me parece un punto a favor.
Además, las portadas son sencillamente preciosas, con muchos colores claros, y el dibujo es fino; vale, no será el mejor dibujo del mundo, pero cumple y no se ve demasiado barroco.
Además, creo que esta es una de las pocas historias en las que todos los personajes me caen bien.

Lo dicho, si alguna editorial trajera este manga, se lo agradecería muuucho. Tengo pocas esperanzas por el precedente del fracaso de Gintama (y ya he señalado que las historias son parecidas), pero espero que en un futuro remoto las editoriales se decidan, que han traído mangas más raros y nadie ha dicho nada. Y si no, siempre podemos comprarlos en inglés (aunque no tengo ni idea de si en inglés está publicado .-.).