Q & A 5: Retazos del pasado

Os recuerdo por si acaso que este quinto tomo es el penúltimo de la serie y que por tanto la acabaremos en nada. Una serie cortita y que merece muchísimo la pena. Vale, puede que la historia no sea lo más original del mundo y que lo cotidiano del manga le quite puntos, pero es la forma en la que el autor trata el tema, la forma en la que se relaciona con los personajes y en la que hace que los personajes se relacionen con nosotros (ellos son conscientes de estar dentro de un manga) lo que hace que esta historia sea digna de ser leída. Además, siendo sinceros, Adachi no es un autor demasiado conocido en nuestro país, lo que se ve en que las obras licenciadas aquí brillan por su ausencia (salvo honrosas excepciones) y eso también obliga a atesorar cada pequeña joyita que sale en nuestro mercado.

Los personajes de Q & A son casi siempre los mismos desde el principio, con unos cuantos cambios, pero a lo largo de los capítulos nos van mostrando aspectos de sí mismos que no conocíamos: el matón que en el fondo quiere proteger a sus amigos o el fantasma burlón y travieso que en el fondo es un trozo de pan.
De hecho, en este tomo conoceremos parte del pasado de Q a través de varios flashbacks que nos sacarán alguna que otra lagrimilla (ya sea simbólica o real). Q es un personaje que está muerto desde el inicio de la historia. Eso hace que no sintamos pena por él en el sentido en que lo haríamos si uno de nuestros personajes favoritos se muere de repente. Su papel es el de un espíritu al que le gusta cometer travesuras y burlarse de su hermano.
Y luego está el hermano. Atsushi, cuyo talento no llega ni a la suela de los zapatos del de Q y que pasa desapercibido, pues todos sus compañeros, vecinos, amigos y demás recuerdan siempre con nostalgia a Q.
Como ya he dicho, puede que no sea el mejor manga que se ha licenciado últimamente, pero la atmósfera que se desprende de sus viñetas es muy distinta a la que sentimos leyendo otros manga.
Y, después de todo, esta es la historia de un chico que ha vivido y vive a la sombra de su hermano mayor. ¿A quién no le ha pasado eso alguna vez?