Tras el concurso de coros, se acerca la Navidad y Maria se reencuentra con una antigua amiga del instituto Katria, Anna, que empieza a comer con ella y sus amigos todos los días. Además, Maria se da cuenta de que siente por Meguro algo más que simple amistad, pero no es capaz de confesarle sus sentimientos. Todo se complica con la llegada de Anna porque, pese a que sus intenciones parecen buenas en un primer momento, Maria termina sospechando de ella.
A veces la actitud de Maria me parece muy dura. No tiene pelos en la lengua a la hora de decir lo que sea y eso le acarrea muchos problemas (y no quiere decir que sea necesariamente una mala persona, pero sí muy dura, como digo). Pero en el fondo, y como cualquier persona, Maria tiene sus sentimientos. Claro que eso sólo lo sabemos nosotros, los lectores, y aquellos que realmente confían en Maria.
¿He dicho ya que me encanta este manga?
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